Nueva edición del International Music Summit, cumbre que analiza un negocio que en 2013 movió 6.200 millones de dólares
Si se entera Cristiano Ronaldo, la lía. Con sus ´Feel so close´ y ´I need your love´, Calvin Harris (cantante, productor, dj) ganó 46 millones de dólares en 2013, dos millones más que el delantero del Real Madrid y sus casi 70 goles en esa temporada. Es uno de los datos del informe económico del negocio de la música de baile con el que ayer se abrió la nueva edición del Ibiza International Music Summit, que hasta mañana se celebra en el nuevo Hotel Hard Rock de Platja d´en Bossa. Esta industria va viento en popa, a tenor de esos datos: solo en 2013 movió en torno a 6.200 millones de dólares, 1.700 más que en 2012. De hecho, los nueve disc jockeys que según Forbes más ganaron el pasado ejercicio (con Harris a la cabeza), obtuvieron en total 225 millones de dólares, casi el doble que en 2012. Y eso que Tiësto, número uno hace dos años con 22 millones de dólares de ganancias, recaudó 10 millones más en 2013.
En los datos del informe económico (algunos delirantes, como el número de twits por día que manda un fan durante un evento en vivo: 11) queda reflejado que la mayor parte del negocio musical no radica ya en la venta de discos, sino que se lo reparten festivales y clubes. De los 6.200 millones de dólares, solo 1.400 corresponden a ventas tradicionales (800 millones) y streaming (como Spotify y otros servicios similares, que se llevan 600 millones). El trozo más grande de la tarta, 4.200 millones, se lo reparten los festivales (1.000), clubes de Las Vegas (800 millones) y el resto de discotecas del mundo (2.400 millones), entre ellas las de Ibiza.
Para Mark Netto, uno de los fundadores del IMS Ibiza, la industria vive un momento excepcional, de ahí que a esta edición la hayan titulado ´Filtrar el futuro´: «Todo funciona muy bien, excepcionalmente bien. Por eso hay que mirar hacia el futuro para cribar lo que hacemos mal y mantener lo que hacemos bien», señala el sudafricano afincado en Ibiza. Va tan bien que la música de baile es el único género que en Estados Unidos ha conseguido aumentar sus ventas en 2013, un 8%, mientras que las del rock (-12%), el pop (-15%) y el hip-hop (-6%) han bajado.
También en 2013 un álbum de baile (el de Daft Punk) recibió por primera vez el premio al mejor disco en los Grammy y 12 de los 100 CD más vendidos fueron de ese género.
El Summit ha cambiado este año de sede: del Gran Hotel ha pasado al Hard Rock, donde los invitados (700, un 40% más que en 2013) quizás se sientan más a gusto por su decoración, curiosas memorabilias musicales como un traje de plexiglas de Lady Gaga, un top de Shakira, un florido vestido de Rihanna, los zapatos de gamuza violeta de Cyndi Lauper, las gafas a lo Elvis de Will.i.am o el glamouroso conjunto de Britney Spears.
Aunque en los primeros años del Summit sus organizadores no tenían claro el futuro de Ibiza, Netto insistió ayer en que no hay que temer nada: «En Estados Unidos están las finanzas del negocio. Allí hay mucho dinero, pero es en Ibiza adonde se viene a bailar. Quien convence en la isla, triunfa en el mundo. Las Pitiusas son la valla publicitaria de este fenómeno».
Sobre qué triunfará este verano, Netto apuesta por el deep house y por el dúo británico Disclosure, viejos conocidos del Summit.
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